El equipo de gobierno de la Diputación (PP y Cs) ha votado en contra de la proposición del Grupo Provincial Socialista para la firma de un convenio de colaboración con la Asociación de Campaneros de Burgos por 25.000 euros y cuatro años de duración, para ayudar a satisfacer sus principales demandas, que pasan por un centro de interpretación y por un campanario móvil.

 

El diputado provincial socialista Javier Lezcano ha defendido la propuesta, que recuerda, se produce a las puertas de la próxima declaración por parte de la Unesco del toque de campanas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad. Sin embargo, Ciudadanos ha considerado, entre otras cosas, que se puede abordar este asunto en una comisión de Cultura y el PP ha explicado su rechazo con la excusa de que la proposición tiene una colaboración económica ya tasada.

 

Pese a que Lezcano ha replicado que la colaboración económica se puede matizar,  el PP y Ciudadanos se han mantenido en su rechazo y, en el caso del Partido Popular, además, el portavoz, Borja Suárez, ha presumido de las acciones de la Diputación en apoyo al patrimonio cultural inmaterial. Unas declaraciones a las que el socialista ha respondido a continuación para recordarles que hace tres años que la Institución provincial ha suprimido la convocatoria específica de subvenciones para las fiestas patronales de los pueblos y ha reivindicado su recuperación de cara a los próximos presupuestos.

 

Y precisamente de ejecución presupuestaria y presupuestos ha hablado también el portavoz, David Jurado, en el Pleno, para pedirle al equipo de gobierno que “gobierne y ejecute las partidas”, a la vista de que, como reflejaba una dación de cuentas, la Diputación solo tiene una previsión de gasto de 120 millones de los 135 que presupuestó para el presente ejercicio. Aspecto que el socialista ha aprovechado para afear al presidente, César Rico, que cada año “inflan” las cuentas de cara a su presentación.