Improvisación, escasa capacidad de gestión y confianza en que la ciudadanía se le olvide relativamente pronto que los centros de salud de Burgos permanecieron cerrados durante las tardes de verano; la única provincia de la Comunidad en esta situación.

 

Así han resumido en rueda de prensa el portavoz socialista de Sanidad en  las Cortes de Castilla y León, Jesús Puente, y el concejal del PSOE en el Ayuntamiento de Burgos, José María Romo, la decisión de la Junta de Castilla y León. En su opinión, “en una situación como la que implica un verano con vacaciones del personal, con vacaciones merecidas y obligadas, la Consejería de Sanidad debería haber hecho un plan de contingencia centrado en la asistencia a los pacientes como elemento inamovible y que es el que justifica la existencia de todo el sistema”, según Romo.

 

Sin embargo, no será así en la provincia de Burgos. Ninguno de los dos se explica cuál es el hecho diferencial que motiva esta situación con respecto al resto de las provincias. “Lo que debiera ocurrir es que, teniendo en cuenta, principalmente, y lo único que no puede variar, es la prestación de servicios de calidad para el ciudadano y de accesibilidad en horario de tarde también, a partir de ahí tiene que haber negociación con los profesionales y tiene que haber recursos para que esa negociación pueda salir adelante”, ha explicado el edil socialista. Sin embargo, matiza que “si no se ponen recursos y la negociación se abandona porque se da autonomía o independencia absoluta, pues esto es, evidentemente, la cuenta de la vieja: Tengo menos médicos, paso menos consultas, hay más lista de espera y ya está”. Y todo ello, ha matizado,  “entendiendo que el ciudadano no caiga demasiado en la cuenta y tenga una memoria corta”.

 

Pero también hablan de descoordinación: “Yo siempre le recuerdo al consejero de sanidad, Alejandro Vázquez, que las distintas gerencias, tanto de Atención Primaria como hospitalaria, funcionan cada uno por su lado. Hay una descoordinación total entre todas las gerencias de cada una de las nueve provincias. Y cada gerente hace de su capa un sayo”, explica Puente. En todo caso, lamentan que “el ciudadano y la prestación de servicios no forma parte de la prioridad en esas fórmulas de resolución de problemas” para la Junta.

 

Los socialistas temen que este cierre vespertino redundará en una merma del servicio para aquellas personas que tienen dificultades para ir en horario de mañana a la asistencia médica, además  de una mayor presión de urgencias” porque, evidentemente, por la tarde no se atienden de forma descentralizada y se continuarán todas en el Divino Vallés, en el centro de atención continuada”, apunta Romo., quien intuye que,  además, “seguramente habrá una mayor presión de urgencias en el Hospital Universitario de Burgos”.

 

Pero el concejal socialista no responsabiliza sólo a la Consejería de Sanidad. Entiende que el Ayuntamiento también debe tomar cartas en el asunto, en los consejos de salud de zona, a los que dice, los representante del equipo de gobierno “van con los pies arrastrados cada vez que se convocan”. “Asisten con gran pesadumbre, porque no quieren ni oír hablar de responsabilidades de las que, primero, les cargan un poco más de trabajo y, segundo, no tienen ningún conocimiento, diría yo”, añade, al tiempo que lamenta su falta de propuestas.

 

Pero esta situación no es exclusiva de Burgos capital, sino que la padece toda la provincia. Entre otros ejemplos, el procurador socialista se ha referido al que vive Miranda de Ebro, con el cierre vespertino de los centros de salud, a lo que hay que añadir la situación “nada boyante” de su hospital comarcal. “Sabemos que tenemos una inestabilidad permanente en la plantilla de especialistas, oncólogos, cardiólogos, especialistas de digestivos y externalización de pruebas complementarias como colonoscopias o endoscopias”. Unas externalizaciones que no son exclusivas de Miranda, puesto que el hospital de Burgos también las realiza. 

 

Según Puente, hay una relación causa-efecto que cada vez es más evidente: Hace un mes, no mucho más, asistimos a la inauguración de la nueva instalación de un centro privado por un valor de 25 millones. No quiero simplificar el mensaje, pero son más o menos la suma de los convenios que se han hecho para afrontar la lista de espera por parte de la Consejería”.